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Incluir vegetación en una maqueta ayuda a comunicar mejor la relación entre arquitectura y entorno. Elegir los materiales adecuados para representar árboles, arbustos o jardines puede marcar la diferencia entre una maqueta plana y una que transmite vida, escala y contexto.

 

El papel de la vegetación en maquetas arquitectónicas

Más que representar naturaleza, la vegetación en maqueta estructura, define y suaviza el conjunto. Ayuda a ubicar la propuesta en un contexto más realista y dirige la mirada a través de los diferentes elementos del diseño.

Vegetación como herramienta de comunicación arquitectónica

Incorporar árboles, arbustos o jardines bien resueltos permite reforzar el carácter del proyecto. En zonas urbanas, por ejemplo, pueden subrayar una intención de integración con el entorno. En proyectos paisajísticos, la vegetación se convierte en protagonista y define recorridos, sombras o usos.

Por eso es tan importante trabajar con materiales que sean precisos, proporcionales y visualmente neutros, evitando que roben protagonismo a la arquitectura.

También conviene que tengas en cuenta la escala de tu proyecto: cuanto menor sea, más abstracta y menos detallada debe ser la vegetación; cuanto mayor, más detallada debería ser. Conocer esta relación te ayudará a elegir entre las texturas, los volúmenes y los colores más adecuados para cada proyecto.

 

Materiales vegetales para representar árboles y arbustos

Existen distintas formas de representar vegetación en maquetas, y la elección del material dependerá del tipo de planta, de la escala del proyecto y del grado de detalle que busques.

Líquen, espuma y serrín: soluciones versátiles y modulables

El líquen para vegetación es uno de los materiales más utilizados por su ligereza, facilidad de aplicación y versatilidad. Se trata de una especie de viruta o polvo coloreado que simula la textura de copas de árboles, arbustos o superficies ajardinadas.

También puedes utilizar espuma tintada troceada, que aporta un volumen más irregular y natural. Este tipo de materiales funciona especialmente bien en escalas pequeñas (como 1:500 o 1:200), donde se requiere sugerir más que definir con precisión.

Otra opción interesante es el serrín natural o serrín tintado, que permite trabajar diferentes zonas verdes, simular parterres o caminos de tierra y dar textura a jardines y áreas de paso.

 

Árboles naturales rápidos y coherentes

Los árboles elaborados a partir de flor seca natural son una de las soluciones más eficaces y versátiles para representar vegetación en maquetas. Su textura ramificada, su aspecto realista y su facilidad de adaptación a distintas escalas los convierten en un recurso imprescindible.

Escoger árboles según escala y función en la maqueta

Un error común es usar árboles fuera de escala. Un árbol que representa 12 metros de altura en un modelo a escala 1:200 debería medir unos 6 cm. Por eso es importante fijarse en las proporciones reales antes de elegir el material.

Puedes optar por árboles de flor seca natural o en formato grande, ideales por su textura ramificada, o por versiones tintadas, perfectas para zonas destacadas o efectos estacionales.

En escalas muy reducidas (1:300 o 1:1000), una opción eficaz es utilizar las puntas de flor seca recortadas para representar masas boscosas de forma más abstracta.

Además, en escalas especialmente pequeñas pueden usarse soluciones mínimas como alfileres, alambres o listones finos para sugerir árboles de forma esquemática.

Maqueta arquitectónica en escala que representa un conjunto de edificaciones rectangulares conectadas por un puente elevado con estructura de celosía, sobre un terreno con desniveles y vegetación esquematizada.

 

Otros recursos para representar vegetación en maqueta

Además de la espuma y los árboles listos para usar, existen materiales complementarios que permiten trabajar zonas verdes o detalles vegetales con más creatividad y control.

Alambrado, palitos y lana de aluminio: para estructuras personalizadas 

Cuando necesitas construir árboles o arbustos desde cero, puedes utilizar diferentes recursos para generar una estructura base. Una técnica muy efectiva parte de una rama de flor seca, que actúa como tronco y ramificación principal. Sobre ella, puedes añadir lana de aluminio, que permite construir una copa con forma realista y una estructura ramificada muy orgánica. 

Una vez definida la forma, se pulveriza con spray adhesivo y, a continuación, se espolvorea encima serrín o espuma tintada para simular el follaje y dar volumen al conjunto. Es una solución ideal si buscas un acabado detallado y natural, incluso en escalas pequeñas. Mira lo fácil que es en este video.

Además, esta técnica también puede adaptarse para simular vegetación colgante o enredaderas, aplicando directamente la lana sobre una fachada o pérgola antes de añadir el volumen vegetal. El resultado es altamente expresivo y fácil de adaptar a diferentes diseños.

Líquenes y serrín tintado: textura real para zonas ajardinadas

Materiales como el líquen natural aportan profundidad y una textura muy realista, y te ayudarán a crear jardines o zonas de vegetación más densas. Funcionan especialmente bien en escalas 1:100 o más grandes, donde el detalle es más visible.

Además, si necesitas representar zonas de pradera o césped, puedes aplicar spray adhesivo sobre la base y espolvorear encima serrín verde, una solución sencilla y eficaz para cubrir superficies amplias con acabado uniforme.

Maqueta arquitectónica en color blanco que representa un edificio de volúmenes complejos y formas curvas, acompañada de árboles a escala en los alrededores.

Técnicas de aplicación y consejos prácticos

La clave para que la vegetación funcione no está solo en el material, sino también en cómo se coloca, se pega y se integra visualmente en el conjunto de la maqueta.

Aplicación de vegetación: adhesivos y herramientas básicas

Para pegar vegetación sobre la base, puedes utilizar cola blanca diluida, sprays adhesivos o pegamento en barra, según el tipo de material. Aplica con moderación: un exceso de adhesivo puede apelmazar la vegetación y desvirtuar su textura o tonalidad.

Equilibrio visual: vegetación como apoyo, no protagonista

A la hora de componer una maqueta, la vegetación no debe competir con la arquitectura. Su función es contextualizar. Por eso, en maquetas urbanas o académicas se recomienda usar colores neutros (verde apagado, grisáceos, marrones suaves) para evitar que los árboles “roben” atención.

Dominar los materiales para hacer vegetación en maquetas es parte del proceso de comunicar un proyecto con claridad. Una vegetación bien integrada aporta realismo, mejora la escala, define el entorno y refuerza la intención arquitectónica. 

En Matèria Prima llevamos años asesorando a estudiantes, arquitectos y profesionales del diseño en la elección de materiales para maquetas y prototipos. Si tienes dudas sobre qué usar o cómo aplicarlo, puedes consultarnos en tienda o contactar online. Te ayudaremos a encontrar la mejor solución para tu proyecto.